Fue tu mirada inocente y seductora
que despertó en mi pecho la inquietud,
hiciste que nacieran las pasiones
con desenfreno en mi naciente juventud.
Me hiciste probar la hiel y la miel de la vida
y pude amarte y odiarte con locura,
llegue a sentir un infierno en mi mente
y mi corazon se llenó de amargura.
Al mirarte en brazos de otro
sentí en mi pecho un gran dolor
y creí volverme loco
y creí morir de amor.
Hoy que ya ha pasado el tiempo
analizo sin pasión,
esas ondas cicatrices
que lleva mi corazón.
Pienso que lo han hecho fuerte,
que te debo agradecer,
porque el daño que me hisiste
pienso que fue sin querer.
Te agradezco tantas cosas
que me hicieron madurar,
por haber sido mi musa
a quien pude venerar.
2013
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