Por más que el cerebro ordena
mi corazón no obedece
pareces tu mi condena;
pues mi alma te pertenece.
Por eso a tus pies me arrastro
por eso ante tí me umillo,
para mi eres como un astro;
y a tí:... te vale un bolillo.
Yo que no acepto tiranos
y soporto tempestades
pongo mi suerte en tus manos;
como allá en mis mocedades.
Voy a seguir insistiendo
te voy a seguir rogando;
lo que pasa es que no entiendo
porque te sigues negando.
Sé que tu también me quieres
y no me quieres perder,
pero si a otro prefieres
yo lo quisiera saber.
Autor: Edmundo Tzompa García
2 febrero (nrds) 1970
No hay comentarios.:
Publicar un comentario