Yo aun era un niño,
Cuando admiré su belleza;
Era linda la chiquilla,
Y de singular belleza.
Luego la fui conociendo,
Ya no la pude olvidar;
Pero nada le decía
Por temor a fracasar.
Fue la primera que quise
Con un amor infinito,
Llevo su imagen en mi alma
Como un recuerdo bendito.
Tres años habían pasado
Y yo con una ilusión;
De algún día poder amarla:
Con todo mi corazón.
Un dieciocho de febrero,
Lo imposible se cumplió;
Después de tanto rogarle,
POR FIN; sus besos me dio.
Despertó la ilusión dormida
Y mi alma sintió alegría,
Pensé entonces; que en la vida,
Todo logra; el que porfía.
Porque todo aquél que lucha,
POR FIN; logra su victoria,
Y todo el que percevera;
POR FIN; alcanza la gloria.
Autor: Edmundo Tzompa García
19-febrero 1967
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