C ompañera de mi vida y de mis luchas,
I dómita en el dolor, serena en la desgracia,
M adre y esposa que en mi angustia escuchas.
T u serás la que imponga en estas tierras
L as nuevas normas de justicia y tolerancia,
A portando tu bondad ya no habrá querras;
Xicotencatl se complace en tu prestancia.
C on tu presencia se calma el iracundo
A lcanzando que con su ira no transgreda,
L o que tocas se vuelve más fecundo,
A l que alientas haces que no pierda.
El nuevo amanecer ya se vislumbra
Tras la Malinche que mi paz recrea,
Una imagen se aprecia en la penumbra;
Es tu imagen de mujer que señorea.
Haz ayudado en el surco a tu marido,
Haz curado las heridas de los caídos,
Haz anpuñado el fusil del abatido ;
Ahora pueden gobernar los dos unidos.
Año 1999
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